Como ya hablamos en el post de formación y desarrollo de los dientes de un bebé entre los 3 y 6 meses los bebés empiezan con la dentición y cada uno tiene una respuesta distinta al dolor. De ahí que unos lo pasen peor que otros. En este post vamos a hablar de cómo aliviar el dolor de dientes del bebé.
Cuando un diente está a punto de brotar, al bebé se le inflama la encía.
El pequeño se la nota “gorda”, diferente, y además le molesta. Por eso se la toca con la lengua y se empeña en llevarse a la boca cualquier objeto que coge, porque al morderlo se alivia. La molestia suele desaparecer cuando el diente sale y deja de presionar la encía.
Medidas para aliviar el dolor
Los pediatras insisten en que la salida de los dientes es un proceso latoso, pero natural, y en que solo en los casos en los que el niño se encuentra muy incómodo se suelen recetar medicamentos.
Para atenuar las molestias resultan muy eficaces los mordedores, sobre todo los que pueden enfriarse en la nevera, ya que el frío tiene efecto antiinflamatorio y vasoconstrictor. Lo que no hay que hacer es congelarlos, porque podrían quemar la encía al bebé.
Masajear al pequeño la zona dolorida con nuestro dedo índice, después de haberlo metido durante unos instantes en agua fría, es otra buena idea.
También podemos hacerlo con un dedo de silicona específico para este uso (de venta en farmacias). O con un gel indicado para aliviar las molestias de la dentición en bebés pequeñitos (consulta al pediatra).
Por último, recuerda que al contrario de lo que a veces se piensa, la salida de los dientes no da fiebre. Por eso, si el pequeño al que le están brotando le da fiebre debemos llevarle a su pediatra.
Tampoco es verdad que cause diarrea aunque sí es cierto que, como el niño segrega y traga más saliva, hace la caca más blanda.